viernes, 28 de noviembre de 2014

Bailando

En este post, no hablaré de Enrique Iglesias, tampoco de Alaska, sino de los múltiples beneficios del baile, no sólo para la salud, también en lo relativo a la seducción. Está demostrado que el baile es una de las actividades deportivas más completas que existen, tanto como el ciclismo o la natación. Es también una de las más intensas, ya que a través del baile, "transformamos" la música en movimiento; nos reimos, lloramos, experimentamos un sinfín de emociones, descubrimos nuestro propio cuerpo; y también el del otro si bailamos en pareja. Al fin y al cabo y como dicen por ahí, "el baile no es más que la expresión vertical de un deseo horizontal".

El baile ayuda a mantenernos jóvenes, mejorando nuestra capacidad cardiovascular, flexibilidad y postura. Mantiene los huesos fuertes y las articulaciones lubricadas, previniendo la osteoporosis y la artritis. Quema calorías, sobretodo los bailes aeróbicos, los ritmos latinos. Aumenta los niveles sanguíneos de colesterol bueno (HDL) y disminuye los del malo (LDL). Ejercita el cerebro, cuando tiene que retener pasos y coreografías. Mejora la cooordinación y los reflejos, fortaleciendo los músculos.

El baile es también una forma de interacción social, una oportunidad para relacionarnos y hacer nuevas amistades. En este punto, pienso nostálgicamente en los relatos de mi padre, en aquellos tiempos en los que un baile en la verbena era la mejor forma de "acercarse" a una chica; cuando los hombres pronunciaban esa famosa frase de "me concede usted este baile". Ahora, los hombres ya no lo hacen. El baile es una expresión de diversidad cultural, abre la mente y expande el espíritu; cuando un grupo de desconocidos se mueven al compás de la música, es algo mágico, un proceso de fusión y catarsis.

El baile constituye en último término un arma de seducción muy potente para quien sabe utilizarla (el sexo femenino con mayor frecuencia). Basta con observar lo que ocurre en cualquier discoteca o pub; cuando una mujer empieza a mover las caderas y los hombres de alrededor, absortos, no pueden apartar la mirada de ella. Es una forma de hipnosis, los absorbe, los atrae, los vuelve locos. Mención aparte merecen bailes como la bachata, el reggaeton o el más sensual de todos, la danza del vientre.

Para terminar, una pequeña reflexión y es que los hombres también pueden emplear el baile para seducir, para "encandilar", para mostrar su encanto. Los que lo hacen, en cambio, son minoría; no sé si por vergüenza, miedo al ridículo o porque no son plenamente conscientes del poderoso efecto que "un hombre capaz de mover las caderas" tiene sobre las mujeres. Sin duda alguna, estos hombres son los que "triunfan"; siguiendo la ley de la oferta y la demanda que rige cualquier mercado (incluido el de la seducción). Es por eso que, animo a mis lectores, a practicar el baile con frecuencia, pues no sólo tendrá repercusiones positivas para su salud, sino también para su vida amorosa.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Escapar

Me sirvo hoy de una canción de Enrique Iglesias para compartir con vosotros un sentimiento que me invade de vez en cuando. Últimamente, he observado en la gente de mi entorno e incluso en mí misma, una tendencia general a "apatronarse", es decir, a "hacerse estable", viejo, mayor o como queráis llamarle. Cuando en vez de salir, preferimos quedarnos en casa y, el ron-cola o el bacardi-lima, lo cambiamos por un gin-tonic. A los que sobrepasais el cuarto de siglo, seguro que os ha pasado.

El caso es que a mí la rutina no me gusta (reconozco, sin embargo, que es en parte necesaria); repetir todos los días los mismos hábitos; frecuentar una y otra vez los mismos lugares o ver siempre las mismas caras. Yo creo que, hay momentos en los que, por muy a gusto que nos sintamos o por mucho que queramos a las personas que tenemos alrededor, el cambio se hace necesario. Una válvula de escape, un poco de distancia para oxigenar nuestras relaciones y hacerlas más saludables. Un tiempo para echarse de menos. Lo que el grueso de los mortales denomina "cambiar de aires".

Supongo que más de una vez os habrá ocurrido algo similar con vuestros allegados; los queremos mucho, tanto que, a veces, lo que deseamos es perderlos de vista un rato. Cuando nos sobreviene una emoción de este tipo, lo primero que pensamos es que es el otro quien tiene un mal día, relativizamos y, dejamos que pase. Si el sentimiento persiste, nos planteamos que quizás somos nosotros quienes estamos estresados, sacamos las cosas de quicio y nos "rallamos". Cuando la cuestión se prolonga más tiempo, nos replanteamos que algo en nuestro interior ha cambiado; hemos perdido la paciencia, lo que los demás piensen ya no nos importa tanto, somos "toxos", "cascarrabias" como los ancianos.

El mensaje que os quiero transmitir es que esta sensación no debe asustarnos. No es que nos hayamos convertido en seres antisociales, ni mucho menos; sólo que tenemos distintas prioridades. Ya no tratamos de agradar a otros, pensamos en nosotros mismos y en base al propio criterio, actuamos (sin herir a nadie entanto). Dedicamos más tiempo al autoconocimiento, al descanso, a la soledad, al momento "relajarnos". Simplemente, nos evadimos y, de esa manera, escapamos.

martes, 25 de noviembre de 2014

Soy adicto

Con esta famosa frase, se presentan en sus reuniones los miembros de Alcóholicos Anónimos (al menos es lo que ocurre en las películas). De ello puede deducirse que lo más importante para afrontar una adicción es reconocerla. Pues bien, adicciones las hay de muchos tipos, legales e ilegales, normalmente perjudiciales para la salud. La adicción de la que quiero hablaros hoy es "mayormente" legal e inocua, lo peor que puede pasar es que nos llamen "frikis" y que ganemos unas dioptrías en el proceso. Supongo que ya os imagináis a qué me refiero, a la adicción a las series de TV, sobretodo extranjeras, con mayor presupuesto y mejor guión.Os daré algunas pistas para que descubráis si, efectivamente, sois adictos o no.

Soy adicto cuando... Controlo la fecha y horario de emisión del capítulo para, al día siguiente, descargarlo subtitulado. En casos extremos, lo veré sin subtítulos, dos veces si fuera necesario. Prefiero la versión original al doblaje en español latino. Me indigno cuando la imagen y el audio van descoordinados, llegando, en ocasiones, a enfadarme. Me agobio esperando el capítulo de la próxima semana, vuelvo a ver el último emitido para paliar mi ansiedad (en ocasiones, busco escenas en Youtube). Me inquieto durante los parones vacacionales, las huelgas de guionistas y los rumores de cancelación. Permanezco despierto de madrugada, viendo un capítulo tras otro, si dispongo de toda la temporada. Veo los "bloopers", los "gag reel", las tomas falsas. Comento con mis amigos los pormenores del capítulo, por Whatsapp, por Skype, por lo que haga falta.

Soy adicto cuando... Conozco los mil y un sinónimos de palabras de uso común en la lengua oral como colega (bro, buddy, dute, mate...) o "joder" (fuck, sheet, danm it...). Leo blogs con avances de lo que sucederá en esta o la próxima temporada. Soy fan de grupos de Facebook, sigo a los actores en Twitter, Instagram, en cualquier red social. Permanezco atento a lo que sucede en la "Comic Con"; primero veo el "teaser", luego el trailer y ninguno de los dos me satisface. Me alegro cuando los guionistas deciden hacer un "spin off". Me fastidia que las series se queden en una única temporada (más, si es inconclusa). Siento un inmenso vacío cuando una serie que me gusta se acaba, tengo una necesidad visceral de suplirla con otra (en este caso, hago caso a las recomendaciones de adictos como yo).

Soy adicto cuando... Sé que de todos los enlaces de visualización directa, el que mejor va, es en el que sale el porno. Tengo en mi página de favoritos Series Yonkis, Series Ly o Series Pepito. Me mosqueo si los enlaces de descarga están rotos o si esta se corta en mitad del capítulo (o peor, cuando le faltan dos minutos). Si lo pillo en televisión, lo vuelvo a ver doblado, lo comparo con la VO y me echo las risas. Sueño con que me borren la memoria, para volver a disfrutar de esa serie que ha acabado y pienso, "afortunado aquel que aún no la ha empezado". Hay algo que no perdono, el mayor pecado capital, uno de los principales mandamientos violado, el "spoiler". Al que lo haga, que dios le coja confesado. Mi leitmotiv es el siguiente: "veo series, ergo existo". Lo que es lo mismo, soy adicto.

lunes, 24 de noviembre de 2014

My Indian friend

He is never late, always in time. He is busy 24 hours 7 days a week, he does not stop to take a coffee. He is incredibly polite. He is always smiling, saying good things. He gives good advice, he is able to recognize the talent. He is a great professor, proud of his students. He usually gets emotional. He has his own way of speaking, a lovely accent, a curious pronunciation of "w", "r" and "th". These endings of the sentence which I hardly understand (because innit? becomes "anna"). He is a magnificent scientist and a better person.

He enjoys learning new things, helping others. He loves photos, he creates beautiful memories every moment. He refers to his family with devotion. He focus on his tasks and makes jokes at the same time. He speaks about people in a respectful way, professors or students, no matter who. He has presents for everybody. He values his time a lot, he does not like not having anything to do. He inspires a deep tenderness, he is a lovely person, a good friend. Undoubtedly, I am going to miss him. Someday, I will go to India to visit him.

TRANSLATION

Nunca llega tarde, siempre a la hora. Está permanentemente ocupado, no se para a tomar café. Es muy educado, sonríe a cada momento, siempre dice buenas palabras. Ofrece buenos consejos, sabe reconocer el talento. Es un gran profesor, que se enorgullece de sus alumnos. Se encariña rapidamente con la gente, con esa forma tan peculiar de hablar, ese acento entrañable, esa manera de pronunciar la "w", la "r", la "th". Esos finales de frase que, a veces, me cuesta entender (porque o no? se convierte en "ana"). Científico excepcional y mejor persona.

Disfruta aprendiendo, ayudando a otros. Adora las fotos, a cada instante fabrica un bonito recuerdo. Habla con devoción de su familia. Se concentra y al mismo tiempo, hace bromas. Se refiere a los demás con mucho respeto, profesores o alumnos, no importa. Tiene regalos para todos. Gestiona con maestría su tiempo, no le gusta no tener nada qué hacer. Inspira ternura, "se hace querer", es un buen amigo. Sin duda alguna, lo echaré de menos. Algun día, a la India, iré a visitarlo.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Sedúcela con acento gallego

Hoy he leido un artículo sobre los acentos más seductores de España. Según este estudio, el madrileño es el preferido de las mujeres, seguido por el canario y el gallego. Pues bien. Independientemente del tamaño de la muestra y de lo significativo que puedan ser los resultados, me propongo desmontar, o al menos discutir, las conclusiones de dicho estudio, esto es, darle la vuelta. Por supuesto, avogo por el primer puesto para el gallego, con todos mis respetos a madrileños y canarios, a los cuales he tenido el placer de escuchar en varias ocasiones (dentro y fuera de sus fronteras), deleitándome con su acento.

A mi modo de ver, la razón de que el madrileño sea considerado como el acento más seductor, se debe a una combinación de personalidad y habla. Ese deje a medio camino entre el interés y el pasotismo y ese punto de chulería, que no insolencia, hacen a los madrileños irresistibles para cualquier mujer. Si a eso sumamos una voz grave tirando a ronca, tienen mucho ganado en el juego de la seducción. Sin embargo, creo que lo que realmente gusta a las mujeres es su actitud, la seguridad de la que hacen alarde, y no tanto su acento, esos sonidos guturales al pronunciar el famoso "ej que".

La medalla de plata es pues para el canario, a caballo entre lo caribeño y lo español. Un acento increíblemente dulce y meloso; tanto que a algunas, resulta "empalagoso". En mi opinión, el principal atractivo del canario es su exotismo, cuando no diferenciamos si ese hombre que habla es de este o del otro lado del Atlántico, isleño en todo caso. Es por eso que el acento canario nos hace pensar en las telenovelas (que unas aman y otras odian), en principes y princesas; al tiempo que nos resulta gracioso con esas palabras típicas suyas como "las cholas", "el mojo" o "la guagua".

Finalmente, se encuentra el acento gallego, que lejos de ser tosco y duro como el madrileño o embaucador como el canario, es cálido y sincero. El acento gallego es suave (a pesar del elevado volumen de la zona norte) y si por algo se caracteriza, es por su potente musicalidad, que "envuelve" a todo aquel que está escuchando, que le hace sentir como en casa. El gallego dispone igualmente de los apelativos más tiernos, expresa el más profundo cariño añadiendo a cualquier palabra eso, el sufijo -iño (de cariño). No creo que haya mujer en el mundo que se resista a que le llamen "pequena", "miña xoia" o "ruliña". Lo dicho, en el ránking como en la vida, los últimos serán los primeros.

lunes, 17 de noviembre de 2014

De tal palo, tal astilla

Eso dice el viejo refrán. Y lo cierto es que cuando somos niños, de quien aprendemos, a quien imitamos en primera instancia, es a nuestros padres. Ellos son nuestros modelos a seguir, nos crean "a su imagen y semejanza", nos definen en la infancia. Existen muchísimos estilos de padres y madres que, a modo resumen, podríamos clasificar en cuatro: autoritario, permisivo, democrático y sobreprotector. Analicemos cada uno con detenimiento, veamos porqué somos como somos.

AUTORITARIO. Se caracteriza por un alto control del comportamiento de su hijo y una elevada exigencia de madurez; sin embargo, escatima en comunicación y afecto. Un padre autoriario da lugar a un hijo obediente y ordenado, pero poco tenaz y afectuoso. Estos niños presentan una baja autoestima, dependen del control externo y tienen dificultades para relacionarse.

PERMISIVO. Justo lo contrario que el anterior; no escatima en comunicación y afecto; sin embargo, ejerce un bajo control sobre el comportamiento y apenas exige madurez. Un padre permisivo genera un hijo vital y alegre, aunque inmaduro y caprichoso. Estos niños presentan igualmente una baja autoestima, asumen pocas responsabilidades y tienen dificultades para el trabajo en equipo.

DEMOCRÁTICO. Se caracteriza por su ecuanimidad en todos los aspectos; ejerce control sobre el comportamiento y exige madurez, al tiempo que es comunicativo y afectuoso. Un padre democrático da lugar a un hijo alegre y con iniciativa, persistente en las tareas y altamente integrado con los demás. Estos niños tienen una alta autoestima y seguridad en sí mismos, valoran las cosas y se autocontrolan.

SOBREPROTECTOR. Da lo "mejor" de sí mismo en la mayoría de aspectos, incluyendo control del comportamiento, comunicación y afecto; sin embargo, "cojea" en un pilar fundamental, apenas exige madurez. Un padre sobreprotector genera un hijo inseguro, egoísta y con escaso autocontrol. Estos niños no toleran la frustración, no valoran las cosas y tienen serias dificultades para la independencia.

Obviamente, estas categorías no son excluyentes; hay padres que presentan rasgos de unas y otras. No debemos olvidar que, independientemente de lo bien o mal que lo haga, "un padre siempre quiere lo mejor para su hijo", darle lo que él no tuvo, evitarle avatares vitales. Lo que ocurre, en estos casos, es que con la mejor de las intenciones, ciertos padres hacen a sus hijos "un flaco favor". No les dan la oportunidad de equivocarse, de "volar solos", de ser autosuficientes. No les enseñan como lidiar con sus propios fracasos; animándolos a desplegar sus alas, haciéndoles saber que los recogerán si se caen (instigándolos siempre a ir hacia delante). Eso, solo los padres democráticos lo hacen.

En mi opinión, ser padre/madre es una de las tareas más difíciles del mundo; ni mucho menos, soy quien para criticarlos, todo lo contrario, lo único que hago es admirarlos. No hay fórmulas mágicas o técnicas infalibles (lo siento por "Supernanny") ni tampoco academias donde nos preparen. Supongo que, como en la mayoría de las cosas, la única forma de aprender es equivocándonos, algo a lo que todos, padres e hijos, tenemos derecho. Yo, estoy muy orgullosa de lo que soy, pero el mérito no es mío, es 100% de mis padres. Los hijos no somos más que el fruto de la semilla que ellos sembraron.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Ficha a un futbolista y hazte WAG

Aquellos que leáis la Cuore o la prensa deportiva de vez en cuando, estaréis familiarizados con el término "WAG", acrónimo del inglés "wives and girlfriends". Sara Carbonero, Shakira o Pilar Rubio son algunos ejemplos en nuestro país. Las novias y mujeres de los futbolistas de élite; iconos de belleza y moda, un referente en imagen para ciertos sectores de la población. Triunfadoras y con carrera propia; el "florero" perfecto, con la fama añadida de "ser la mujer de quien son". Los acampañan en sesiones de fotos, van con ellos a eventos varios, al sorteo de la Liga o a la gala del "Balón de Oro".

Yo, respeto muchísimo a las mujeres que labran su carrera en el mundo de la televisión. La presión mediática a la que están sometidas supera con creces a la que pueda ejercer la opinión pública sobre cualquier hombre. Por el simple hecho de ser mujeres (con el añadido de), se les exige estar siempre perfectas. Un pelo fuera de sitio o un estilismo poco favorecedor pronto se convierten en un ARG. No se les perdona nada, ni una equivocación ni una declaración desafortunada. Así es la sociedad.

Lo que sin duda me aterra, es la superficialidad con la que estas mujeres son juzgadas. Hasta una nueva palabra hemos inventado para designarlas, para cosificarlas. Las criticamos constantemente; al tiempo que las ensalzamos, las usamos de ejemplo de "la mujer de hoy". Ellas protagonizan las portadas de las revistas, anuncian cosméticos que no necesitan, deciden (no ellas, sino sus estilistas) lo que es tendencia y lo que no. Ese es el modelo de mujer que fomentamos a día de hoy.

Machistas como somos, otorgamos al hombre un papel central, tendemos a pensar, "afortunada ella, a menudo fue a cazar", "tiene la vida solucionada"o "lo que haga de ahora en adelante ya da igual". Yo creo que la mujer que "se une" a ese hombre que la sociedad ha decidido colocar en un pedestal, lo hace porque, además de poseer unos atributos físicos evidentes (requisito igualmente indispensable), tiene esa potestad, la de situarse en el punto de mira de muchos y decidir, en último término, con quien quiere estar. Realmente, son ellas las que eligen. De todas maneras, "cría fama y échate a dormir".

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Sencillamente seductores

Así son los asturianos, así es Arturo Fernández; el eterno galán del que abuelas, madres e hijas se han enamorado. El conquistador por antonomasia, el don Juan del siglo XXI, un auténtico "womenizer". Un referente en las artes de seducción, un icono de la elegancia, cuando la persona se convierte en personaje (y es que Arturo Fernández es tan "grande" que en la ficción, hace de si mismo). Ese dominio del lenguaje, esos gestos de rufíán y esa forma de referirse a una mujer, con ese apelativo tan suyo, "chatina"; sencillamente inigualable.

La cuestión es que, en Asturias, existen hombres como Arturo Fernández. Me queda la duda de si Arturo Fernández es solo un representante de lo que viene siendo el "hombre asturiano" o si, por el contrario, con su estilo propio ha creado escuela, apareciendo imitadores suyos por todas partes. En todo caso, hablemos del "prototipo" del hombre asturiano. El hombre asturiano es caballeroso, educado y a pesar de lo elevado de su tono de voz, delicado. Se muestra siempre seguro de sí mismo, confía en sus capacidades, conoce al género feminino (al "enemigo") y de forma eficiente, con él se relaciona. No dice una palabra fuera de lugar, echa mano de la libre interpretación, juega con el lenguaje. El hombre asturiano, por norma general, "lleva la voz cantante", conduce la conversación a donde le interesa y sin demasiado esfuerzo, consigue lo que quiere; el hombre asturiano posee esa extraña capacidad, enigmático es su encanto. 

En lo relativo al amor, el hombre asturiano es a veces dulce; otras, apasionado. A nivel personal, abre su corazón; a nivel social, hace alarde. En lo relativo a la amistad, se emociona como el que más, lo da todo. El hombre asturiano no se acobarda, es valiente y entregado. El hombre asturiano no teme derramar unas lágrimas. El hombre asturiano es un hombre de ideas fijas, de impulsos, que actúa siempre "con el corazón en la mano". El hombre asturiano es un hombre de sólidos principios, entusiasta y motivado. El hombre asturiano tiene alta autoestima, se considera un "buen amante"; no importa la situación, su hombría va por delante. El hombre asturiano es fiel cuando se compromete, un hombre de palabra, "como dios manda". El hombre asturiano "es un truhán, un señor" el resto de las veces. El hombre asturiano siempre va de cara, no se calla nada, es sincero como nadie.

El hombre asturiano es fanfarrón como el que más pero también irresistible, aunque, a veces, cueste reconocerlo. El hombre asturiano no necesita que se le infle más el ego; lo trae de serie y eso, nos resulta encantador. El hombre asturiano puede hablar de sexo en términos no muy decorosos y que nos parezca tierno (aunque a este nivel, es un indiscutible caballero). El hombre asturiano tiene la habilidad de "encandilar" al personal, de hacerse querer, de ser recordado como un personaje entrañable.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Bad boys

Os habéis preguntado alguna vez qué tienen personajes como James Dean, Danny Zuko (Travolta en "Grease") o Christian Grey (Cincuenta Sombras) que gustan tanto a las mujeres? Hombres carismáticos, de personalidad conflictiva, los tipos duros del cine, que las vuelven locas. La seguridad que transmiten, ese halo de misterio que los rodea y la rebeldía que les caracteriza son algunas de las claves de su erotismo. Cual es el motivo de que tengan tanto éxito entre las mujeres? Investigando, he dado con la causa.


Parece ser que este tipo de hombres se corresponden con un perfil psicológico denominado Tríada oscura ("Dark Triad"), que confiere al sujeto una actitud despótica y una percepión de superioridad respecto a los demás. Este perfil de personalidad se observa en hombres con rasgos narcisistas, de tendencia psicopática e inclinación al maquiavelismo. Pasemos a desglosar cada uno de ellos.

El narcisismo se fundamenta en el exceso de valor que uno mismo se otorga, siendo más frecuente en los hombres que en las mujeres. Se trata de individuos con aires de grandeza, que se consideran especiales y exigen un trato preferente ("encantados de conocerse"), se enfadan si no se reconocen sus méritos y talentos. La psicopatía se hace patente en la falta de empatía, que lleva al sujeto a basar sus relaciones en el beneficio individual, lo que se traduce, en ocasiones, en una conducta antisocial. Los hombres con este perfil suelen transmitir un encanto superficial fingido, que les provee frecuentemente de escenarios para relaciones puntuales. El maquiavelismo se fundamenta en la duplicidad, en la tendencia a manipular las relaciones a favor de uno; suelen ser personas con una elevada inteligencia emocional, que emplean para obtener un beneficio propio. Este rasgo en concreto se relaciona fuertemente con la promiscuidad sexual.

El mayor atractivo de los hombres "Dark Triad" fue constatado por Carter et al. (2013) en un estudio realizado con mujeres estadounidenses, concluyendo que la capacidad comunicativa, la buena imagen y la habilidad para hacerlas sentir especiales son las herramientas que estos hombres emplean para seducir. Sin embargo, estos resultados son válidos solo a corto plazo, ya que estos hombres son incapaces de mantener relaciones a medio y largo plazo.

Además de en el cine, este tipo de hombres nos los encontramos en la vida real. Desde el "malote" del instituto que llegaba en moto fumando un cigarrillo (saludando a su "club de fans") hasta el ejecutivo agresivo condescendiente con el conjunto de mujeres que le "andan detrás". Adolescentes o adultas; a ellas, los "chicos malos" siempre les van a gustar.