jueves, 15 de octubre de 2015

Nomofobia, una epidemia actual

La nomofobia, de acuerdo con la revista "Muy interesante", es una patología muy generalizada en el mundo de hoy; una de cada dos personas la sufren sin saberlo. Se trata del miedo irracional a estar sin teléfono móvil (no-mobile-phone); de ahí su nombre. Así, la dependencia del dispositivo electrónico genera una infundada sensación de incomunicación en el usuario cuando no puede disponer de él, bien porque se lo ha olvidado o se ha quedado sin batería.

Este trastorno no se aplica únicamente a los usuarios de smartphones, si bien los antiguos teléfonos móviles no generan tanta adicción al no ofrecer la posibilidad de navegación o mensajería instantánea. Según las estadísticas, los usuarios de smartphones consultan sus teléfonos la friolera de 34 veces al día (problemas cervicales y tendinitis en los dedos, aparte). Los síntomas de este trastorno son ansiedad, taquicardia, dolor de cabeza y dolor de estómago, entre otros.

Según los expertos, el nomofóbico suele ser una persona insegura y de baja autoestima. Las mujeres son quienes más la padecen, dado que su estructura cerebral les procura una mayor necesidad comunicativa y afectiva que a los hombres. En relación a la edad, se da en mayor medida en los adolescentes. Este transtorno se debe a que el hombre es un "ser supersocial" que, lejos de poder vivir aislado, tiene la necesidad de comunicarse continuamente.

No hace falta más que mirar a nuestro alrededor, para darnos cuenta hasta qué punto ha llegado la sociedad en lo que a los móviles concierne. La gente es incapaz de concentrarse, se distrae a la mínima de cambio, un sólo silbido basta. Resulta imposible mantener conversaciones con alguien que no nos presta atención, atento como está a las notificaciones. Las personas ya no se miran a la cara, no se comunican con los ojos; simplemente miran el móvil y se comunican con emoticonos.

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