jueves, 28 de mayo de 2015

A dios rogando, doctorando

Este post va dedicado a todos aquellos que, al igual que yo, no tienen claro lo que son; si alumno o profesor. Este post va dedicado a todos aquellos que están hartos de pelearse con la Administración y que, por la fuerza, se han convertido en expertos en legislación. Este post va dedicado a todos aquellos cuyas llamadas han sido derivadas de una a otra extensión; por supuesto, sin respuesta o explicación. Veamos en qué consiste el arduo camino para ser doctor.

El doctorando en cuestión ha de estar siempre disponible para su jefe o tutor (he de aclarar aquí, que no todos se meten en el mismo cajón). Le ayudará a corregir exámenes, redactar proyectos, actualizar currículums, traducir artículos, etc. Permanecerá a la espera de corrección, ocupándose en tanto de tareas diversas, ajenas a su línea de investigación. Alternará temporadas de parón con períodos de actividad frenética, coincidiendo en su mayoría con límites de plazo o "fechas de expiración".

El doctorando en cuestión "se las apañará" para encontrar alguna revista en la que sea posible hacer una publicación. Se acostumbrará a que, en reiteradas ocasiones, le digan que no. Aceptará los comentarios de los "referees", rehará unas cuantas veces el "paper" en cuestión y cruzará los dedos (quizás rece también alguna oración). Será criticado en el seno de su departamento; por falta de interés, trabajo o dedicación. Sentirá que carece de voz y voto; pensará "quíén me mandaría a mí", "qué pringao soy".

El doctorando en cuestión, después de cuatro o cinco años, habrá adquirido, además de un inmenso aprendizaje, una paciencia infinita. Se habrá convencido de que la ciencia avanza lentamente y que el tiempo, cuando se refiere a la realización de una tesis, se cuenta en "edad de la Tierra". Es posible que tras años "acatando", se sienta oprimido y, concluida su tarea, se desvincule del sistema. Es posible también, que una vez obtenido el "carné de investigador", llegue al fin la oportunidad que espera.

3 comentarios:

  1. Dios Eva! Hacer doctorado era una opción que no había descartado del todo, pero la verdad después de leer esto. Si con lo hiperactiva que tu eres te sientes así yo mejor ya me retiro.
    jajajajaja.

    ResponderEliminar
  2. Nada de eso Mateo!!! No abandones! Simplemente, q esta es una carrera de resistencia, no de velocidad! Nada más! :)

    ResponderEliminar
  3. Y yo que me queria meter en estos rollos el año que viene... Da igual, siempre tuve vocacion de pringadillo!! Animos que lo tienes hecho!!!!

    ResponderEliminar