martes, 13 de mayo de 2014

Buscando el Elemento

Nunca os habéis preguntado si estáis haciendo aquello para lo que sois realmente buenos? O si esa tarea a la que dedicáis la mayor parte de vuestro tiempo os complace y os hace sentir completos? Difícil pregunta esta, que nos aborda con frecuencia cuando no sabemos qué camino tomar. Y es que en ese momento, en el que tenemos que decidir qué vamos a hacer el resto de nuestra vida, nos asaltan un millón de dudas.
El problema reside en que la mayoría de la gente cree que sólo se puede ser bueno en una cosa y nada más. Cabe discernir pues entre lo laboral y lo personal, porque si bien el trabajo es uno de los ejes fundamentales de nuestra vida y lo que nos proporciona el sustento; existen muchas otras actividades que nada tienen que ver con el mismo, cuya realización nos gratifica en grado sumo y que nos acercan a nuestro "Elemento".

Y qué es "El Elemento"? Pensaréis vosotros. Por supuesto, no es un concepto que haya inventado yo (aunque he de añadir que siempre sospeché que existía). Lo he tomado prestado del señor Ken Robinson, experto mundial en el campo de la creatividad, la innovación y el aprendizaje. Una de esas personas que con su vida y su obra son capaces de cambiar la de los demás. Un libro que sin duda os recomiendo, pues no os dejará indeferentes. Lejos de "espoilear" el contenido del mismo, con este post pretendo únicamente despertar vuestra curiosidad; porque aunque podría resumir someramente de qué se trata, no tendría sentido alguno, ya que encontrar el "Elemento" es una experiencia muy personal, que ha de vivirse en solitario y que es distinta para cada individuo. Os adelantaré solo una cosa y es que a mí, me ha funcionado.

Algo que he descubierto a través de la lectura del libro es que existen personas que nos ayudan en la búsqueda de nuestro "elemento". Aparecen en nuestra vida en momentos cruciales, pudiendo permanecer por siempre en ella o yéndose una vez cumplida su misión (que no es otra que cambiar nuestra vida). Con estas personas establecemos un vínculo especial, simplemente "conectamos". No son nuestros "hermanos mayores" ni tampoco nuestros amigos. Son eso y más; son nuestros mentores. Ellos nos inspiran y nos abren los ojos a un mundo de infinitas posibilidades. Encontrar "El Elemento" en su ausencia es, por tanto, prácticamente imposible.

Y cuales son los papeles que desempeña un mentor? Nada más y nada menos que cuatro (transcribo en adelante un pasaje del libro). En primer lugar, el reconocimiento. Los mentores reconocen aptitudes y talentos en los que otros no se fijan, al tiempo que, nos ayudan a ejercitar nuestras capacidades. El segundo papel de un mentor es el de estimular. Los mentores nos llevan a creer que podemos conseguir algo que, antes de conocerlos, nos parecía imposible. No nos permiten sucumbir a la falta de confianza en nosotros mismos y están ahí para recordarnos que podemos lograr cualquier cosa si trabajamos duro. El tercer papel de los mentores es el de facilitar. Los mentores nos ofrecen consejos, nos allanan el camino e, incluso, nos permiten vacilar un poco; están dispuestos a ayudarnos, permitiéndonos aprender de nuestros errores. El cuarto papel de los mentores y quizás el más importante es el de exigir. Los mentores nos empujan más allá de lo que consideramos que son nuestros límites y nos impiden que hagamos menos de lo que podemos. Un verdadero mentor nos recuerda que nuestra meta nunca debe ser "el promedio" de nuestras ambiciones.

Dicho esto, solo me resta preguntaros algo... Habéis encontrado al vuestro? A los que sí, enhorabuena; dejaos guiar por él y seguid sus pasos. A los que no, ánimo; permaneced atentos, en algún lugar está esperando cambiaros la vida. Yo he tenido suerte, ya he encontrado al mío. 

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