jueves, 29 de mayo de 2014

Bienvenidos a la nave del misterio

En muchas ocasiones, me planteo contactar con Iker Jiménez para investigar a esos sujetos extraños que aparecen una vez al mes- en el mejor de los casos- y que saben todo de nuestra vida y nosotros, muy poco de la suya; es imposible localizarlos, son ellos los que contactan con nosotros (de forma periódica o eventual). Hacer una llamada y que nadie conteste. Informaciones confusas en la red y hallazgos inquietantes en los cajones. Sabéis ya a quien me estoy refiriendo? Pues nada más y nada menos que a los caseros. Un retrato robot de dos de ellos.

C., maestra jubilada, amante de los bolsos de Tous y el tinte pelirrojo. "Bocifuego" para los amigos. Voz increíblemente aguda y desagradable al oído. De naturaleza, tacaña. Dudosas habilidades en lo que a bricolaje se refiere; intentos vanos de arreglar cosas para no pagar a profesionales (radiadores, enchufes y el tirador de la puerta). Máximo interés por los pagos; mínimo interés por el bienestar de los inquilinos. Extremadamente desconfiada y con serias dificultades para las matemáticas. Usurera en grado sumo. Con lapsus de memoria e intentos vacuos de aprender inglés.

M.; de profesión desconocida, presumiblemente en los límites de lo legal (al estilo Barney Stinson). Amigo de sus amigos, conocido (y quizás temido) por todos, contador de historias y frecuentador de bares. Ojos sospechosamente rojos, aspecto abatido las más de las veces. De naturaleza, pasota. Buenas dotes de convencimiento e increíble uso de la palabra. Máxima efectividad en caso de avería; mínima preocupación por el cobro de recibos. Extremadamente confiado y con serias dificultades para recordar nombres. Disperso en grado sumo. Con hábitos nocturnos y reiteradas promesas no cumplidas.

No intentéis averiguar donde viven. No les sigáis la pista, corréis el riesgo de veros envueltos en turbios asuntos. No les pidáis el número de cuenta; lo más probable es que se nieguen a dároslo (para que no los podáis rastrear, aparte de evadir al fisco, claro está). No tratéis de saber nada de sus vidas; si lo creen conveniente, serán ellos quienes aporten datos. El resto es información clasificada. Expediente X.

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