martes, 17 de febrero de 2015

El color proscrito

Hoy quiero hablaros de mi color favorito; un color proscrito, rechazado por muchos, discriminado incluso. Pueda ser porque en la Edad Media se emplease para alertar de la peste (en barcos y ciudades), porque el mundo cristiano lo asociase a lo diabólico (el azufre de los infiernos) o porque a la "prensa del corazón" (morbosa por definición) se la denomine con este color ("yellow press"). La superstición más extendida, sin embargo, pertenece al ámbito del teatro, donde el amarillo está vetado (ya que el dramaturgo francés Molière murió vestido de este color).

El amarillo es, por excelencia, el color de las contradicciones (quizás por eso, mi preferido); el más inestable de los colores primarios (azul y rojo). Por un lado, el amarillo es el color de la diversión, la amabilidad y el optimismo; la prueba está en los emoticonos y "smile faces". Es también el color de la luz, representa la sabiduría en la cultura islámica y la razón en la tradición europea. Además, estimula la creatividad y hace que se agudice la percepción, al tiempo que, mejora la concentración.
Es el color de lo espontáneo y de la impulsividad (el color de los rayos); llamativo de lejos e irritante de cerca, ha sido adoptado como el color de las señales de advertencia (sustancias tóxicas y tarjeta amarilla en el fútbol). Por otro lado, el amarillo es el color de la envidia, los celos y la inseguridad. En inglés, "yellow" significa también cobarde; a la risa falsa, los franceses le llaman "risa amarilla".

En la antigua Grecia, el amarillo era el color de los dioses (Helios, Apolo...). En la época medieval, se convirtió en el color de los proscritos; prostitutas, herejes y madres solteras. En el ámbito de la política, se ha identificado con los traidores (por llevarlo Judas Iscariote). En el mundo académico, era el color de las togas de los científicos (ahora de los médicos). En el ciclismo, identifica al ganador del Tour de Francia ("maillot amarillo").
En EE.UU., existe la costumbre de colocar un "yellow ribbon" cuando una persona querida se va a la guerra, en señal de respeto y buenos deseos. En Asia, en cambio, el amarillo es el color de la felicidad, de la gloria, de la armonía y de la cultura. Los chinos ven en el amarillo la fuerza natural dispensadora de vida; el amarillo es el color imperial, el de la alfombra de los soberanos (no es roja como en Occidente). El amarillo es el color no solo de la riqueza sino también el de la lealtad y la incorruptibilidad ("oro amarillo").

Yo, personalmente, me quedo con el simbolismo del color amarillo en lo que se refiere a las auras. El individuo "amarillo" es una persona sociable y atenta, de pensamiento lúcido y brillante; que por pensar en mil cosas a la vez, se despista y se olvida de lo más simple. Siempre está persiguiendo alguna idea; por loca que parezca, espera convertirla en realidad. Disfruta con los debates, escuchando y opinando sobre cualquier cosa. Es un buen estudioso, disfruta aprendiendo y estando con otras personas. Es muy creativo y se le dan muy bien los trabajos en los que tenga que expresarse continuamente. Por todo eso y más, que viva el amarillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario