martes, 21 de enero de 2014

El secreto de la felicidad

La gente me pregunta a menudo cuál es el secreto de mi felicidad. En contra de lo que pueda pensarse, no existe una fórmula secreta para ser feliz. Después de investigar en extenso sobre el tema, creo haber descubierto qué se necesita. Me encantaría compartirlo con vosotros y que pusiéseis en práctica los siguientes consejos; que al menos a mí, me funcionan (eficacia probada).

Una vez leí en un libro que para ser feliz hay que cumplir tres requisitos: emocionarse, comprometerse y sentir que se está destinado a algo grande. Intentaré explicaros en qué consiste cada uno de ellos, basándome en mi caso en particular. Obviamente, no poseo la verdad absoluta; sólo intento documentarme y aplicar lo que aprendo a mi vida cotidiana.

Lo primero y, quizás lo más importante en la vida, es sentir emociones. Y digo emociones en general, buenas y malas. Al fin y al cabo, la capacidad de emocionarnos es lo que nos diferencia de los seres inertes. Cuando uno siente, a veces pierde. Pero el que no arriesga tampoco gana. Y citando a mi querido Albert Espinosa "toda pérdida es una ganancia". Por otro lado, es bien sabido que todo ser humano necesita amar y ser amado, pues como hemos oido tantas veces "el amor es la fuerza que mueve el mundo".

Para ser feliz en la vida, también se necesita adquirir compromisos, del tipo que sean, personales, laborales, etc. Al fin y al cabo, el compromiso es el medio a través del que tomamos consciencia de nuestras responsabilidades y es el motor que nos obliga a levantarnos día tras día. Si no nos comprometiésemos, tampoco valoraríamos nuestra libertad. Pues el blanco no existiría sin el negro.

En último lugar, toda persona necesita creer que tiene una misión que cumplir en el mundo. Podría pensarse que este es un concepto teológico, pero nada más lejos de la realidad. No me refiero a grandes logros ni descubrimientos, hablo del sentimiento de ser "útil" a los demás, de sentirse parte de una entidad global. Pues el ser humano es sociable por naturaleza y el mayor grado de felicidad se obtiene haciendo feliz a otra persona. De eso no me cabe la menor duda.

Para terminar, una frase de Gandhi que estaréis hartos de oir, pero que resume a la perfección lo que quiero transmitiros "No hay camino a la felicidad, la felicidad es el camino".

1 comentario:

  1. Hay una frase que no sé de quién es pero que se me quedó grabada a fuego que dice algo así: "El que tiene un propósito claro en la vida, no tiene tiempo de preguntarse si es feliz". Creo que resume perfectamente lo que has explicado en esta entrada.

    ResponderEliminar