A lo largo de este último año, habéis sido muchos los que me me habéis sugerido que escribiese un blog. Y como digo yo siempre, vuestros deseos son órdenes para mí. Porque... ¿que hay más maravilloso que tener una idea y estar rodeada de gente que le de alas? Ya solo por eso, he de comenzar por daros las gracias. Porque este proyecto no es solo mío, ni mucho menos, sóis vosotros los que lo hacéis grande, al dedicar unos minutos de vuestro valioso tiempo a la lectura de este humilde blog.
Para empezar quiero dejaros esta reflexión que hice hace unos días. Algunos ya la habréis leido; en breve, prometo sorprenderos con una nueva entrada inédita (o quizás, no tanto). En un futuro no muy lejano, me gustaría que colaboráseis conmigo en esto. Os pido un tiempo prudencial para familiarizarme con las cuestiones informáticas, pero algo me dice que esto es el principio de algo grande...
Hoy
me siento inspirada. Quizás se deba al alto nivel de cafeína que ahora
mismo tengo en la sangre, al viaje en tren que vengo de hacer y durante
el cual le he dado vueltas a esta idea o que simplemente ha llegado el
día de compartir con vosotros lo que pasa por mi cabeza.
Creo
yo que en estos casos lo mejor es empezar por presentarse. Como algunos
sabéis y la gran mayoría desconocéis (eso significaría que no solo mis
amigos están leyendo esto) desde hace un tiempecillo me dedico (o eso
pretendo) a la escritura científica, vía tesis doctoral en materia de
sanidad animal. Un trabajo que lejos de saciar mi curiosidad, ha
despertado mi interés por campos completamente ajenos al mío, cada cual
más dispar. Es algo que a las personas a veces sorprende pero yo me
pregunto… Acaso ¿no es ese el espíritu de un buen científico? ¿Intentar
comprender todo aquello que escapa a su conocimiento?
A
estas alturas es importante que sepáis algo de mí: no utilizo el
cerebro de forma equilibrada. Últimamente he constatado que el 85% de
mis acciones las ejecuta el hemisferio derecho, donde reside la
creatividad, la fantasía y la imaginación. La escritura es una de las
vías a través de las que dar rienda suelta a todas ellas. Eso ya lo
sospechaban mis profesores en el instituto, cuando intentaban
convencerme de que lo mío eran las letras y no las ciencias. Pues
escribir era y sigue siendo una de las tareas que más feliz me hace. Por
aquel entonces desoí su consejo y me guie por la intuición.
A
día de hoy no me arrepiento de la decisión que tomé porque creo
ciegamente en que es posible ser científico y soñador, riguroso y
creativo. Desde mi humilde posición, reivindico el papel del hemisferio
derecho en el mundo de la ciencia, donde a juicio de la mayoría solo
tiene cabida el izquierdo. Porque contrariamente a lo que se pueda
pensar, es posible conjugar ambas cosas, un trabajo y una pasión. Eso es
lo que quiero demostraros. Cierto es que de pasiones no vive el hombre
pero es fundamental vivir la vida con pasión. No lo olvidéis nunca.
Que grande eres Eva!!!....sigue así, yo apoyo el uso del hemisferio derecho junto con el izquierdo en la ciencia!!!!
ResponderEliminarYo creo que mi hemisferio izquierdo está en coma, xq poco hace,...brindemos por el hemisferio derecho!!!! :P
ResponderEliminarSuerte con el Blog Eviña. Kisses australianos.
ya ha empezado!!!!jajajaja,por primera vez apoyare la derecha!;)
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