miércoles, 19 de noviembre de 2014

Sedúcela con acento gallego

Hoy he leido un artículo sobre los acentos más seductores de España. Según este estudio, el madrileño es el preferido de las mujeres, seguido por el canario y el gallego. Pues bien. Independientemente del tamaño de la muestra y de lo significativo que puedan ser los resultados, me propongo desmontar, o al menos discutir, las conclusiones de dicho estudio, esto es, darle la vuelta. Por supuesto, avogo por el primer puesto para el gallego, con todos mis respetos a madrileños y canarios, a los cuales he tenido el placer de escuchar en varias ocasiones (dentro y fuera de sus fronteras), deleitándome con su acento.

A mi modo de ver, la razón de que el madrileño sea considerado como el acento más seductor, se debe a una combinación de personalidad y habla. Ese deje a medio camino entre el interés y el pasotismo y ese punto de chulería, que no insolencia, hacen a los madrileños irresistibles para cualquier mujer. Si a eso sumamos una voz grave tirando a ronca, tienen mucho ganado en el juego de la seducción. Sin embargo, creo que lo que realmente gusta a las mujeres es su actitud, la seguridad de la que hacen alarde, y no tanto su acento, esos sonidos guturales al pronunciar el famoso "ej que".

La medalla de plata es pues para el canario, a caballo entre lo caribeño y lo español. Un acento increíblemente dulce y meloso; tanto que a algunas, resulta "empalagoso". En mi opinión, el principal atractivo del canario es su exotismo, cuando no diferenciamos si ese hombre que habla es de este o del otro lado del Atlántico, isleño en todo caso. Es por eso que el acento canario nos hace pensar en las telenovelas (que unas aman y otras odian), en principes y princesas; al tiempo que nos resulta gracioso con esas palabras típicas suyas como "las cholas", "el mojo" o "la guagua".

Finalmente, se encuentra el acento gallego, que lejos de ser tosco y duro como el madrileño o embaucador como el canario, es cálido y sincero. El acento gallego es suave (a pesar del elevado volumen de la zona norte) y si por algo se caracteriza, es por su potente musicalidad, que "envuelve" a todo aquel que está escuchando, que le hace sentir como en casa. El gallego dispone igualmente de los apelativos más tiernos, expresa el más profundo cariño añadiendo a cualquier palabra eso, el sufijo -iño (de cariño). No creo que haya mujer en el mundo que se resista a que le llamen "pequena", "miña xoia" o "ruliña". Lo dicho, en el ránking como en la vida, los últimos serán los primeros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario