sábado, 30 de agosto de 2014

La Marbella gallega

Los gallegos no necesitamos irnos al sur de España para codearnos con la "jet set", ver yates lujosos o descubrir el estilo "navy". En el corazón de las Rías Baixas, se localiza el epicentro de la moda náutica, de los peinados a dos aguas y de la pronunciación más "posh". Bienvenidos a Sanxenxo, o como gustan de decir los residentes, "Sangenjo"; porque traducir los topónimos es de gente "pro" (a todo esto en castellano, se traduce por San Ginés).

En Sanxenxo, ellos y ellas son de los más "cool". Caballeros con polo o camisa (cocodrilo, banderita o laureles), preferiblemente rosa y color salmón ("muy seguros de sí mismos"), pantalones caqui y como no, náuticos y mocasines. Señoras con blusa "marinera", vaqueros de marca y cuñas o zapatos de tacón. Cruzada contra las deportivas (chándales, bermudas masculinas, camisetas de asas, chanclas, botas con hebillas...); reservado el derecho de admisión. Jersey anudado a los hombros. Los niños, también; con camisa y bañador.

En Sanxenxo, los perros son de raza; caniches, yorkshires y otros "perros patada" (los demás son "palleiros"). En Sanxenxo, los deportes que se practican son el paddle, la vela y el golf. En Sanxenxo, atracan yates con música a todo volumen, menudo fiestón (inspiración, videoclips de Pitbull); otros se venden por el módico precio de 400 mil euros (eso, los más baratos). En Sanxenxo, aparcan BMWs, Mercedes, Audis e incluso, Porsches.

En Sanxenxo, la gente aún va a ligar a la playa; con trucos tan viejos como la crema en la espalda o "qúe horas son". En Sanxenxo, se va andando hasta "NewPort" (porque en inglés suena mejor). En Sanxenxo, ondea en algunas casas la bandera de España. En Sanxenxo, he visto escrito en una pintada "Aturamos turistas, non porcos fascistas". Yo, personalmente, creo que la intolerancia no tiene disculpa, venga de donde venga. Aunque supongo que, como dice mi hermana, "la ignorancia es un deporte que mucha gente practica".

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