miércoles, 18 de marzo de 2015

Cuando no la ves

Cuando no la ves, está inquieta esperando saber de ti. Quizás la hayas conocido una noche y no quieras volver a verla. Ella, aunque se intente convencer de lo contrario, siempre alberga una esperanza. Consciente de que no la quieres, espera que al menos, la trates como se merece; no pide tampoco ser una "princesa", solamente no sentirse "una cualquiera". Una respuesta al menos; no, total indiferencia.

Cuando no la ves, se cuestiona a sí misma, se convence de que "ella" es el problema. Le da mil vueltas a las cosas; lo mismo tú hablas claro pero ella lo interpreta a su manera. Quizás apenas la recuerdes, quizás no haya significado nada, quizás ni te interese como amiga. Ella, sin embargo, no te olvidará, te archivará en su memoria, se esforzará en tener un trato cordial y sólo tendrá para ti buenos deseos.

Cuando no la ves, se pasa horas en el baño, acicalándose. Se mira las piernas a contraluz, una y otra vez, en búsqueda de pelo. Se va corriendo a comprarse un conjunto nuevo. Se planta frente al espejo, plancha y lápiz en mano. Se esfuerza en elegir "modelo", en verse "sexy", en sorprenderte. Aunque no se lo pidas, desea estar guapa para ti, "regalarte" su imagen; darte la mejor versión de sí misma.

Cuando no la ves, reflexiona sobre vuestra relación, le preocupa que funcione. Le da mil vueltas a las cosas; tú lo tienes claro pero su "cerebro femenino" no le da tregua, no para. Quizás la tengas presente a todas horas, quizás la quieras más que a nada; quizás no alcances a expresarlo. Ella lo sabe pero necesita que se lo recuerdes de forma constante, sentirse "segura", sentirse importante.

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