lunes, 2 de marzo de 2015

La soledad es necesaria

Nunca he entendido porqué la gente teme, rechaza o incluso repudia la soledad. Son muchos los que no comprenden que alguien prefiera estar solo, ya sea en el ámbito de las relaciones o en la vida diaria. Nuestro tiempo es limitado y a veces, preferimos no compartirlo con nadie, sino dedicarlo a nosotros mismos. Cierto es que somos seres sociales y en nuestra naturaleza está relacionarnos, pero también es cierto que necesitamos momentos de introversión, reflexión y diálogo internos; para conocernos a nosotros mismos y así, relacionarnos mejor.

A día de hoy, ser "single" (no tener pareja) es una opción como otra cualquiera; aunque, ciertos sectores de la sociedad lo vean como un estigma (particularmente, en el caso del hombre). Es por eso que no entiendo cuando la gente, en tono condescendiente, dice "pobre, no hay quien le aguante". Yo me pregunto... No puede acaso esa persona haberlo decidido así? Hay personas que prefieren vivir de forma independiente y no es que no sepan relacionarse o no hayan encontrado "candidatos" para compartir su vida; es que simplemente, han escogido no "tener pareja", consagrar su existencia a otras causas (el trabajo, los demás, etc.) o "realizarse"  por vías alternativas (más allá del amor romántico).

Lo mismo sucede con nuestra vida diaria, en la que recibimos un estímulo social constante (a través de las redes, del móvil...). Nos pasamos el día mirando pantallas, observando el mundo exterior, la vida de otros. Apenas dedicamos tiempo a mirar "dentro", a la contemplación de nuestro mundo interno, a reflexionar sobre nuestra vida (más allá del "smartphone"). Y es que "al abrigo de la soledad" es donde surgen las mejores ideas, las que cambian el mundo. Que se lo digan a Darwin por ejemplo, que rechazaba invitaciones a eventos sociales, mientras formulaba la teoría de la evolución; o a Steve Wozniak, que inventó el primer ordenador "Apple", encerrado en su cubículo de Hewlett Packard.

La soledad es por tanto "la cuna de los grandes legados"; donde el cerebro "da a luz" a los inventos más increíbles y a las mejores obras de arte. Es la mejor vía para el autoconocimiento, para el descubrimiento; el origen de la creatividad. De ahí, la importancia de aprender a "estar solo"; de ser independiente para construir una relación verdadera o capaz de "entretenernos", de gestionar nuestro tiempo libre en ausencia de otras personas. A este respecto, no hay mejor regalo que darle a otro que nuestra soledad. "Mi tiempo, que es mi bien más preciado, decido compartirlo contigo". 

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