lunes, 22 de junio de 2015

Find the way

Una sensación generalizada a la hora de tomar decisiones importantes en la vida es el miedo a equivocarse, ya sea en términos personales, sentimentales o laborales. Si bien es cierto que nuestro tiempo es limitado y que no debemos desperdiciarlo, lo más normal es que a la hora de "encontrar nuestro camino", tomemos varios atajos que, lejos de desviarnos del mismo, y aunque nos cueste creerlo, nos acercarán más a nuestro objetivo. 

En lo que concierne al amor, es probable que antes de encontrar a la "pareja perfecta" (si tal cosa existe), nos relacionemos con personas diversas que nos enseñarán cosas, nos pondrán a prueba y nos harán pasar buenos (y también malos) momentos. Nos costará desprendernos de ellas, pondremos en duda el "pasar página"; sin embargo, lo haremos en aras de un futuro mejor. Ya sea solos o acompañados, no renunciaremos nunca a los sentimientos; merece la pena intentarlo cuando se trata de amor. 

En lo que concierne al trabajo, tendremos miles de dudas antes de saber a ciencia cierta cual será nuestra profesión. Hay quien vive obsesionado con ello, a quien le atormenta esta cuestión. Y lo peligroso es que pueda incluso, imperdirle mantener una relación. En la vida, es necesario probar distintas actividades, ilusionarse y, a veces, perder la ilusión; sin olvidar nunca lo verdaderamente importante. Si nuestra felicidad se ve comprometida por un trabajo, más vale dejarlo; no merece la pena si no se trata de amor.

Como véis, nuestro proyecto de vida no es un camino recto del que no debamos desviarnos nunca. Está muy bien eso de "tener las cosas claras" y luchar para conseguirlas pero, como ya os he dicho anteriormente, eso no siempre se logra a la primera. Tener un propósito en la vida es fundamental para no sentirse perdido, o lo que es lo mismo, saber adonde nos dirigimos. Sin embargo, a pesar de nuestras decisiones, es la vida la que se encarga de mostrarnos el camino.

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