jueves, 18 de junio de 2015

M5: Live in Madrid

Experimentar las prisas del metro, ir al "Starbucks" o cruzarme con algún famosete por la calle; esas pequeñas cosas que me hacen feliz. Y es que de vez en cuando, me gusta hacer una escapada a la capital, coincidiendo con eventos varios. Pues bien, la historia que hoy quiero contaros se remonta a las Navidades pasadas; cuando leyendo la Cuore, me enteré que Maroon 5 actuaban en Madrid. Y allá que nos fuimos mi hermana y yo; 24 horas, de vertiginosa actividad, como auténticas "fans".

Lunes, 10 de la mañana. Ourense. En el andén, a la espera del tren. En esto, aparece Serxio Pazos, "Paspallás" en Platos Combinados. Un señor roncando a pierna suelta en el vagón y peripecias para acertar en el baño al compás del "chacachá" del tren. Tras cinco horas de viaje, llegada a Chamartín. Gente en todas direcciones, colas en la "maquinita" de los Cercanías y la peña, que no se entera. A la salida del metro, un señor que me da con el periódico en el brazo, azuzándome a caminar. No hay tiempo para mirar el mapa, no hay tiempo para pensar; "o andas o andas".

Tras unos cuantos rodeos, llegamos al hotel. Una tailandesa muy agradable nos saluda con una sonrisa de oreja a oreja; nos llama "cariño" y nos dice que es muy fan de Maroon 5. Recargo el móvil en un locutorio cercano, donde dos niñas indias me observan curiosas tras el mostrador. Vamos a merendar, nos hacemos fotos en Callao y Javier Cámara, que pasa a nuestro lado. Intentamos ir al super y está "petado"; la cola en la caja parece la del paro y en Madrid, que no abundan los supermercados. Nos customizamos; como buenas fans y al metro que nos vamos.

En Goya, ambientazo; miles de personas ansiosas por entrar al Palacio. Tomamos posición para disfrutar del espectáculo; el recinto, poco a poco, se va llenando. Actúa Nick Gardner; nadie lo concoce, tres veces se presenta el pobre muchacho. Después, aparece el grupo Magic; el cantante, que parece Jesucristo vestido de blanco, se contonea en el escenario. Las luces se apagan, suenan aullidos y Adam Levine hace su aparición estelar vestido de esqueleto; rugidos atronadores en el palacio. Hora y media de concierto; grandes éxitos, espectaculares agudos y una guitarra eléctrica rosa, protagonista en el escenario. A la salida, metro colapsado. Un señor vestido de naranja grita, "vamos, que arranca la carraca". Y echamos a correr, con "cuidado para no introducir el pie entre coche y andén".

Martes, 10 de la mañana. Madrid. Paseo por el centro de la ciudad y en Sol, con el cantante de Magic y su novia nos encontramos. Visita obligada al FNAC de Preciados y unos minutos de descanso, "a relaxing ... in Plaza Mayor". Un señor que duerme sentado en los soportales. Y nos compramos el bocata de calamares. El tiempo apremia, cogemos de nuevo el metro hasta Méndez Álvaro. A la estación de autobuses, le han "lavado la cara"; parece un aeropuerto con "zonas de embarque". Seis horas y media hasta Lugo, viajando con ALSA bus y con una señora alemana muy maja al lado.

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