lunes, 8 de junio de 2015

Yo nunca

Supongo que os sonará de algo el título de este post. Todos hemos jugado al "Yo nunca" alguna vez; y lo más seguro es que con alcohol de por medio. Como sabéis, el propósito de dicho juego no es otro que desvelar los secretos mejor guardados de sus participantes, especialmente los más morbosos. Yo, no hablaré de cuestiones íntimas pero sí, de asuntos personales (que según el registro de visitas de mi blog, os resultan más interesantes).

Yo nunca creí que fuese a "necesitar" a alguien, que añorase ver su cara al despertar o sus mimos al acostarme. Yo nunca pensé que alguien pudiese ocupar mi pensamiento de forma permanente, y echar de menos su olor, sus abrazos, su aliento. Yo nunca creí que, día tras día, fuese a dar los buenos días y las buenas noches a alguien. Yo nunca pensé que un hombre confiaría más que yo misma en mis capacidades.

Yo nunca creí que alguien me haría sentir más guapa, ganar confianza, ponerme elegante. Yo nunca pensé que alguien tuviese la paciencia de sentarse conmigo al volante. Yo nunca creí que alguien podría contagiarme su pasión por la cocina, la cultura y el arte. Yo nunca pensé que alguien pudiese entenderme con solo mirarme. Yo nunca creí que un hombre fuese capaz durante más de dos horas  seguidas de aguantarme.

Yo nunca creí que fuese a replantearme mi futuro, es más, nunca creí que fuese a "pensar en futuro". Yo nunca pensé pronunciar esas dos palabras. Yo nunca creí estremecerme con un sólo gesto, con unas caricias; yo nunca pensé en volverme adicta a sus besos. Yo nunca creí que me costaría tanto colgar el teléfono, despedirme, separarnos. Yo nunca pensé que podría ser más feliz de lo que soy. Yo nunca creí que fuese a enamorarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario