jueves, 5 de junio de 2014

Hombres: manual de instrucciones

Uno de los reproches más comunes que las mujeres hacen a los hombres es su alergia al compromiso, especialmente cuando son jóvenes (aunque no sea estrictamente una cuestión de edad). Como ya os comenté en anteriores posts, este comportamiento obedece a razones evolutivas, basadas en la propagación de los genes en nuestro planeta. Hoy os hablaré de ellos. Pero añadiré algo nuevo y es que, igual que existen hombres "alérgicos" al compromiso; hay otros que son "adictos" a él (contra todo pronóstico). No es este un discurso feminista, pues cuando hablo de hombres, podría decir personas; ya que lo que viene en adelante es perfectamente extrapolable al género femenino. Permitidme, sin embargo, que me tome esta licencia.

Los hombres "alérgicos" al compromiso, que constituyen el centro de la campana de Gauss (o sea, la gran mayoría) son seductores natos; les gusta "ir de flor en flor" y no dar muchas explicaciones. A lo largo de su trayectoria sentimental, prueban varios perfiles de mujeres, para finalmente construir su propio concepto de "mujer ideal" (la experimentación es muy necesaria, a mi modo de ver). Las dejan hablar a ellas y apenas dan detalles de sus vidas; exterminando el posible vínculo entre ambos. Dicen lo que piensan y no lo que las mujeres quieren oír. El mensaje es el siguiente "Aléjate de mi; no te convengo". Son hombres seguros de sí mismos; y, ante todo, elegantes en su comportamiento ("womanizers" a parte). Pueden pasar temporadas solos, dedican tiempo al conocimiento de sí mismos, no les importa estar solteros. Su rasgo más destacable es la sinceridad; declaran sus intenciones de antemano y no hacen promesas que no van a cumplir. No dicen ser "especiales", sino "iguales al resto" (es decir, simples como el mecanismo de un botijo). Yo digo, olé por ellos.

Los hombres "adictos" al compromiso, que se localizan en los extremos de la campana gaussiana (esto es, una minoría) son "vendedores" natos, les gusta aferrarse de forma temporal a una mujer y explicarle en profundidad sus circunstancias vitales (para quizás, justificarse). Tienen un férreo concepto de "mujer ideal" y en su trayectoria sentimental, buscan mujeres que encajen en dicho perfil (condenando casi siempre la relación al fracaso). Escuchan pero también comparten detalles de sus vidas; "abonando" el vínculo entre ambos. Dicen lo que las mujeres quieren oír; si piensan lo mismo, eso no lo sé. El mensaje es el siguiente "Quédate junto a mí, te convengo". Son hombres inseguros y; ante todo, buscan autoafirmarse. No pueden pasar temporadas solos, encadenan relaciones sin darse tiempo a la reflexión, cualquier cosa antes de estar solteros. Su rasgo más destacable es la "publicidad"; no tienen claras cuáles son sus intenciones y hacen promesas que muy probablemente no van a cumplir. Dicen ser "distintos" al resto de los hombres. Yo digo, pobre de la que se enamore.

Para acabar, a todos los hombres quiero pedir perdón. Pues esta es una clasificación hecha con rapidez; extremadamente pobre, con dos míseras categorías; obviamente, hay muchísimas más. Por eso existe la desviación estándar. Hay hombres que van a probar suerte en lo que al amor se refiere (es esta como podría ser cualquier otra); hay otros; que solo se comprometen cuando están seguros de haberlo encontrado (es esta y no me importan las demás). Hay hombres que presumen de sus ligues; hay otros; que no lo hacen. Hay hombres "desencantados" y hombres "enamorados". Hay hombres muy independientes y hombres profundamente dependientes. Hay hombres que hacen a las mujeres muy felices y otros que las hacen infelices. Hay hombres para un rato y hombres para toda la vida.

A mis LECTORES, lanzo la siguiente pregunta... Qué clase de hombre sóis vosotros? Yo, si fuera chico, lo tendría muy claro.

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