miércoles, 7 de enero de 2015

Filofobia, miedo a enamorarse

Una nueva palabra que incluir en nuestro vocabulario, con origen en la Grecia clásica; "filos" (amor) y "fobia" (miedo). Un problema cada vez más común, tanto en hombres como mujeres, de etiología multifactorial; relaciones tormentosas en el pasado (con final traumático y herida abierta), habituación a la soltería (negativa frente a la reformulación de la propia vida) o carencias afectivas durante la niñez (incapacidad para confiar en los demás). Causas, todas ellas, que impiden a las personas disfutar del amor, que las privan de esa experiencia tan ilusionante que es enamorarse.

Para empezar, las personas filofóbicas presentan en el terreno amoroso un cierto "patrón de comportamiento". Tienden a buscar amores imposibles ("platónicos"), a elegir personas que saben de antemano que los abandonarán; esto es, "relaciones con fecha de caducidad", sin "solución de continuidad". Por otra parte, son especialistas en encontrar defectos en las personas que les atraen, con la finalidad de "dinamitar" una posible unión; emplean argumentos del tipo "tengo el listón muy alto", "prefiero la soledad". Todo lo hacen para justificarse frente a ellos mismos y frente a los demás; convenciéndose de que si no están con nadie es porque no han encontrado a la persona adecuada.

Igualmente, las personas filofóbicas tienen tendencia a "sabotear" sus relaciones. Aunque las cosas vayan bien con su pareja (sobretodo cuando esto ocurre), les sobreviene el pánico, sienten un miedo irrefrenable y lo que más desean en el mundo es salir huyendo. La situación les supera, llegando a  autoconvencerse incluso de que "están mejor solos" o de que "no sirven para las relaciones". Esta situación les genera un profundo sufrimiento, llegan a creer que no son merecedores de vivir tal sentimiento. Se martirizan pensando en lo maravillosa que es la persona que tienen en frente, se sienten impotentes por no "estar a la altura"; aun teniéndolo todo, no son 100% felices.

Para terminar diré que la filofobia es un problema con solución, de pronóstico favorable. Lo primero, es pararse a reflexionar sobre nuestro historial amoroso, buscar indicios de la misma (si es que los hay) y reconocerlo. Después, afrontar la situación y lidiar pacíficamente con ella. Vivir el presente sin obsesionarse por el futuro y no renunciar nunca a enamorarse. Informar a nuestra pareja del tema y ser conscientes de que el amor puede o no durar toda la vida; pero en todo caso, "que nos quiten lo bailao".

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