lunes, 5 de enero de 2015

Tu alma gemela no es tu "pareja"

A lo largo de la historia, muchos han hablado sobre las "almas gemelas", desde los filósofos de la Grecia Clásica hasta los científicos y psicólogos en la actualidad. Un concepto abstracto, con tintes místicos incluso; en todo caso, difícil de explicar. Yo, siempre he creido en la existencia de las "almas gemelas"; eso sí, desvinculadas de la pareja, al menos como suele entenderse. A mi entender, nuestra "alma gemela" no tiene por que ser una persona con la que tener una relación, ni mucho menos, una que dure para siempre. Yo, sin ir más lejos he encontrado a mi "alma gemela" y no me he casado con ella; para mí es suficiente con que nos hayamos topado, aunque ahora sigamos caminos separados.

Transcribo ahora las palabras de Richard el Texano, de la novela "Come, reza, ama" de Elizabeth Gilbert. "La gente cree que un alma gemela es la persona con la que encajas perfectamente, que es lo que quiere todo el mundo. Pero un alma gemela auténtica es un espejo, es la persona que saca todo lo que tienes reprimido, que te hace volver la mirada hacia dentro para que puedas cambiar tu vida". Lo que ocurre es que la gente suele creer que este proceso lo desencadena de forma exclusiva el amor y si bien, este tiene un increíble poder transformador, no es la única fuente del cambio (aunque sí la más potente). Y lo cierto es que a lo largo de la vida, nos cruzamos con muchas personas que nos enseñan cosas, que nos ayudan a conocernos mejor y no siempre, nos enamoramos de ellas.

Richard el Texano afirma igualmente... "Una verdadera alma gemela es, seguramente, la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todos los muros y te despierta de un porrazo... Pero ¿vivir con un alma gemela para siempre? Ni hablar [...] Un alma gemela llega a tu vida para quitarte un velo de los ojos y se marcha". Lo que ocurre es que la gente suele creer que "esa persona especial" ha de estar en nuestra vida de forma permanente. En caso de enamorarse, exige que "esa relación" dure para siempre. Y lo cierto es que a lo largo de la vida, nos cruzamos con muchas personas por las que sentimos "cosas fuertes", que nos acompañan en diferentes momentos, que nos hacen felices, y no siempre, están eternamente.

Como podéis deducir de lo anterior, hay dos conceptos que deberíamos desacoplar de las "almas gemelas": la pareja (en el sentido clásico) y la permanencia. En la práctica, esto se traduce en lo siguiente. En primer lugar, nuestra alma gemela puede ser un hermano, un amigo, una persona que pertenezca a nuestro círculo de conocidos. Después, si coincide que esa persona es de quien nos enamoramos, hemos de ser conscientes de que no durará toda la vida; ya que el alma gemela, en opinión de Richard el Texano y en la mía propia, sólo nos acompaña durante un rato; no hasta el final de nuestros días. ¿Os suenan frases como "eran el uno para el otro", "encontró la horma de su zapato" y sin embargo, "no pudo ser"? Pues a eso me refiero.

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