lunes, 27 de octubre de 2014

Enamorados o esclavizados

Hoy, he batido mi propio récord de lectura; ostentado hasta la fecha por esas sagas para mujeres de lenguaje increíblemente sencillo y de entretenimiento como única finalidad. En este caso, un libro de 200 páginas que he terminado en dos horas (con paradas para cenar y "facebokear"); una velocidad media de 100 páginas por hora; una lectura bastante rápida, que no podía versar sobre otro tema; de nuevo y como viene siendo costumbre, el amor. Walter Riso, psicólogo y escritor, el gran descubrimiento de hoy; una casualidad como la mayoría de descubrimientos son.

Yendo yo a comprar galletas, un libro desde la estantería del supermercado, llamó mi atención. El título me gustó y a pesar de su elevado precio (y de tener otro empezado en mi mesilla), me lo traje y, de repente, me absorbió. Un manifiesto de liberación afectiva, cuatro consignas para definir un amor libre y saludable; historias contadas con maestría, consejos para vivir en pareja conservando la propia identidad y citando el resumen de la contraportada, aprender a "discernir lo que se concede de lo que por principio es innegociable".

Sirviéndome del resumen elaborado por el propio autor, os presentaré las cuatro características del "buen amor" (con permiso del Arcipreste de Hita). Un amor sin obsesión; apasionado por la pareja, pero nunca enloquecido (la locura corresponde al proceso de enamoramiento, no al amor). Un amor que se reafirme en el propio yo; lo que significa participar del otro, pero nunca pertenecerle. Un amor sin miedo a perder; comprendiendo que no existe la certeza, que el universo es impermanente (y por tanto, el amor también lo es). Un amor libre; que lejos de concebir la pareja como un vacío por subsanar; constituye en sí mismo una elección consciente empujada por el corazón.

Yo, a diferencia de Walter Risto, no sé nada del amor. Sin embargo, concuerdo y me identifico plenamente con lo que en este libro describe; pues es el individuo el que toma las riendas de su vida emocional, el responsable de su propia felicidad afectiva. Al verdadero amor, le diría las frases que subtitulan cada uno de los capítulos; "no me enloqueces, me apasionas"; "no existo por ti, sino contigo"; "no ambiciono una eternidad juntos, sino la plenitud del ahora"; "no te necesito, te prefiero". Enamorados e indignados del amor, leed este libro, por favor.

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