lunes, 28 de julio de 2014

Los hombres también sufren por amor

El amor masculino, ese gran desconocido. El amor según García Márquez. El amor como enfermedad y también como medicina. El amor en el siglo XIX. El amor en los tiempos del cólera. Una película, distinta a todas las demás. El amor visto por un hombre y transcrito por mi. Nada invento, promesa.

Hay hombres que necesitan amor y le ponen amor a todo lo que hacen. Hay hombres que sienten flechazos y se enamoran en un instante. Hay hombres que se angustian esperando una respuesta. Hay hombres que se reservan para una mujer especial y hombres a los que le rompen el corazón. Hay hombres que lloran y que no olvidan a pesar del tiempo y la distancia. Hay hombres que son utilizados por las mujeres e, incluso, despreciados. Hay hombres que cuestionan a las mujeres el significado del amor. Y hombres que creen en el amor dividido, el del cuerpo y el del alma (la frontera es la cintura).

Hay hombres que veneran a sus madres y con ellas se confiesan. Hay hombres que escriben poemas. Hay hombres que llevan la cuenta de las mujeres que pasan por su vida, recuerdan los detalles y los anotan en un diario. Hay hombres a los que les emociona que otros se amen; hombres enamorados del amor. Hay hombres que no se conforman con la intimidad, se sienten vacíos y necesitan algo más. Hay hombres que aman en silencio. Hay hombres que son felices cuando ella lo es. Hay hombres dispuestos a esperar más de cincuenta años por el amor de su vida.

El amor, en contra de lo que pensamos la mayoría, no es solo cosa de mujeres. Aunque os parezca mentira, en el siglo XXI, sigue habiendo hombres como Florentino Ariza. No son personajes de ficción ni tampoco fruto de la imaginación de una servidora. Son personas de carne y hueso; yo, conozco a varios. Y me consta, porque los he visto llorar, que sufren como los que más.

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